"Candela" de Juan del Val

RESUMEN DE LA EDITORIAL: «Tengo estrías, celulitis y una perra fea que se llama Chelo. Al principio era bonita, pero cuando creció se le ensanchó el culo. Lo mismo que me pasó a mí, salvando las distancias…». Candela es una mujer de cuarenta y pocos años con una vida normal, acostumbrada a la soledad, enormemente observadora y con un ácido sentido del humor. Sus días transcurren sin grandes sobresaltos mientras trabaja de camarera en el bar que regenta junto a su abuela y a su madre tuerta. Un bar de barrio por el que, a través de sus clientes, pasa la vida entera. Candela deberá alumbrar cualquier penumbra, incluso esa que vuelve desde el pasado que creía olvidado. Juan del Val construye, con una veracidad descarnada y un sentido del humor en ocasiones desternillante, el retrato de una mujer única.

A mí me ha gustado muchísimo, es la vida misma.

Novela fresca, ligera, super entretenida, te la lees del tirón en horas y te deja un bienestar deseado cuando la terminas. Lo dicho, me ha encantado.

La ironía del autor me ha cautivado y me ha hecho reir bastante. Desde momento depilación, hasta las piruetas de Iván, las conversaciones de Candela con su madre, la insatisfacción sexual de ésta, etc, etc, etc.

No sabía quién era Juan del Val, me sonaba su cara, pero no sabía ubicarlo. Hasta que caí; es el marido de Nuria Roca, y si antes me gustaba (lo he visto en varias ocasiones hablar en El Hormiguero, además de que me resulta super atractivo) después de esta novela mucho más. Cuando he terminado me he dicho: muy acorde con la imagen que tenía de este hombre, ahora me cae mucho mejor.

Cuando empiezas un libro dices: que te pellizque, que te transmita, que te haga vibrar. No es una novela que pueda pasar a la historia como la mejor novela que hayas leído nunca, ni que te impacte, ni te deje marcado, ni que te deje pensando en ella días y días, pero a mí me ha encantado.

Quizás ni pellizco, ni vibraciones, ni sentimientos, ni me hará pensar, ni meditar, pero es muy entretenida y la manera de contar la historia me ha cautivado. Una historia sin ambages, real, directa, con un lenguaje fácil, cercano, sin rodeos, directo a lo que quiere decir y haciendo que los sentimientos de Candela te lleguen por su realidad y por lo bien contados que están. Las escenas de sexo están muy bien narradas y desarrolladas, sin extenderse en exceso ya que no es una novela erótica. Insisto en decir que todo lo que cuenta lo hace de una manera real, muy creíble, por eso llega tanto.

Para mí es una novela del día a día. Te cruzas en la calle con cientos de Candelas y nunca pensamos que cada una de ellas lleva detrás una vida a veces complicada y otras veces feliz, pero una vida llena de amor, odio, insatisfacciones y también amigos y lealtad. Pues todo eso es Candela, una historia de la vida diaria contada de una manera sublime, cautivándote ella y los personajes desde la primera página.

Estos días en los que el libro ha llegado a mis manos he estado rodeada de un estrés infernal y cuando me levantaba con mucho trabajo odiando el sonido del despertador más que nunca (sólo dos días que es lo que me ha durado), me decía: menos mal que tengo a Candela para leer, ella me ayudará a evadirme y a pasar un buen rato. Así es, Candela ha sido muy positiva para mí en estos días y la recomendaré a boca llena a quién le pueda gustar este tipo de novelas sin trascendencia alguna pero muy divertida y entretenida.

Y otro reto más cumplido (Reseña 11 de febrero)