"Deje su mensaje después de la señal", de Arantza Portabales

RESUMEN DE LA EDITORIAL: ¿Por qué enviar un mensaje de WhatsApp cuando puedes poner tu voz? ¿Por qué poner tu voz si podrías decirlo cara a cara? ¿La distancia física nos vuelve más audaces, más impunes?

Incapaces de enfrentarse a sus secretos, a la soledad y a los hombres con los que desearían hablar, las cuatro protagonistas de esta novela coral prefieren dejar sus confesiones en el contestador automático.

Marina es abogada especializada en divorcios y desafía el abandono de su marido; Carmela está enferma de cáncer y necesita despedirse de su hijo; Sara es una joven de buena familia a la que la presión de su boda inminente ha llevado al borde del suicidio y a una dudosa terapia psicológica, y Viviana es prostituta en Madrid, aunque su familia cree que trabaja en Ikea.

Mensaje a mensaje, sus vidas se van dibujando y ese mismo contestador que recibe sus confidencias trenzará sus historias revelando el enorme poder liberador de la palabra. Mensaje a mensaje, el lector avanza queriendo conocer el final y también descubriéndose a sí mismo.

Me ha encantado, me ha resultado super entretenido, cercano, de muy fácil lectura y verosímil. Me lo he creído. Muy recomendable por su sencillez y también porque es una lectura ágil, se lee en un ratito.

Siguiendo con mi descubrimiento de autores españoles, llegué hasta esta autora vasca. Buen descubrimiento, me ha gustado mucho la forma de contarnos esta historia.

Una idea sublime esta manera de narrar la vida de estas cuatro mujeres, historias de la vida misma, que te hacen reflexionar, que te hacen pensar, te emocionan y también te hacen reir.

Me ha parecido brillante la manera de contarlo, la manera en que las historias se entrelazan, y al ser capítulos tan cortos, se lee muy rápido, queriendo saber más de esas mujeres a cada capítulo.

Me quedo con Carmela, quizás por ser la mayor, quizás por ser la única que es madre, es a la que he entendido más. Y he llorado con ella.

Creo que el encanto de esta novela es que son historias sencillas de mujeres corrientes, historias llenas de frescura, mucha sensibilidad y también mucho sentido del humor.

Todo a través de mensajes en el contestador, así se desahogan, así sienten que las escuchan, o sienten que no hay nadie al otro lado y pueden hablar sin tapujos, abriéndose en canal con la verdad por delante …. Parece absurdo, pero qué mágico el poder de la palabra. Creo que a todos nos ha pasado, que teniendo a la persona delante, no nos atrevemos a decirle lo que sentimos, de ahí que a las protagonistas les resulte fácil desahogarse a través del contestador, diciendo lo que no se atreven (o atrevieron) a decir frente a frente. Por eso la novela es tan cercana y tan real.

Una novela que te deja un muy buen sabor de boca, escuchando esas confesiones al contestador, llegando a emocionarte, también a sonreir y haciéndote reflexionar.