"Martina con vistas al mar", de Elísabet Benavent

RESUMEN DE LA EDITORIAL: Si te llamas Martina, llevas siempre la melena recogida, eres absolutamente cerebral... Si te has formado para ser chef y perteneces al equipo de El Mar... Si has sentido un chispazo al conocer a tu jefe, Pablo Ruiz, excéntrico cocinero con estrella... Si no soportas su indumentaria hipster, pero te irías a cualquier parte si él te lo pidiera... Eres sin dudarlo la protagonista de esta historia... Y tu vida, tan ordenada, está a punto de cambiar. Después del éxito de las sagas Valeria, Silvia y de la trilogía Mi elección, con más de 400.000 ejemplares vendidos, Elísabet Benavent regresa a la ficción con una historia de amor irrefrenable, súbita, auténtica, un binomio eléctrico, una combinación explosiva que demuestra que en cuestión de amor no se puede negar la evidencia y que no depende de nosotros a quien amar. Martina con vistas al mar es la primera parte de Horizonte Martina, una mezcla de cocina, pasión, sexo y carcajadas, una bilogía llena de sorpresas que te hará vivir momentos únicos y que te conquistará para siempre. Placer para los sentidos.

Después de tanta sangre, tanto terror y tanta novela negra leída, me apetecía cambiar totalmente y llenarme con la lectura fresca y romántica de @Beta Coqueta (Elísabet Benavent), esta autora es acierto seguro para el romanticismo subidito de tono, porque sin sexo intenso una novela romántica a estas alturas de mi vida, me resultaría aburrida.


Y así fue, no me ha defraudado. Martina y Pablo hacen un tándem perfecto de pareja que no tienen nada que ver uno con el otro, pero que se enganchan nada más verse y que en la cama se complementan de maravilla.
Esta autora describe las escenas sexuales al detalle, al milímetro, sin dejarse nada atrás, pero lo que me gusta es que lo hace sin palabras soeces, de una manera elegante y eso hace que te llegue más, ¡Que te llegue hasta dentro! Ufffffff … ¡¡¡¡vaya escenitas!!!! Es imposible no excitarse ni emocionarse con ellas, creo que enciende hasta a la más santa.

Pablo no es para nada el tipo de hombre que me gusta, pero no deja de ser un personaje super interesante y que te enamora con esa seguridad en sí mismo y con esa pasión con la que lo vive todo. Descuidado en su manera de vestir, hippie, casual, pelo engreñado, tatuajes, anillos, piercing y camisas bastante llamativas. Me gustan los hombres más elegantes, sin tatuajes, ni piercing y mucho menos anillos. Pero que Pablo está bueno, es super atractivo e irradia pasión y morbo, es evidente, para mí y para cualquiera. Y esa pasión con la que vive su trabajo lo hace irresistible, cómo lo canaliza todo, y también esa pasión con la que se enfada convirtiéndose en un dragón de dos cabezas irradiando fuego hasta por las orejas del que hay que huir.
Martina en cambio es excesivamente pragmática, todo controlado, todo cuadriculado, Pablo la llama aburrida en cierta forma porque "no vive", pero en la cama es apasionada y vibrante, lo que hace que entre ellos salten chispas estando juntos, porque allí no hay diferencia de caracteres.

Después están las dos amigas de Martina, Amaia y Sandra, las tres comparten piso. Aunque ese piso es caótico, tener amigas fieles, leales e incondicionales es una bendición, por muy distintas que sean como lo son las tres de esta novela, pero la amistad está por encima de todo. Las que tenemos amigas así, me incluyo entre ellas y por ello me siento privilegiada, podemos entender que por mucho que Sandra no friegue los platos y los gritos lleguen hasta la calle, o por mucho que Amaia hable como un camionero y sea más bruta que un “arao”, todo ello frente a Martina que es todo pulcritud y no salirse de lo establecido ni siquiera mostrando emociones; las tres están unidas y confían una en la otra. La amistad es un pilar importantísimo en la vida. Esta novela es fiel reflejo de ello.

Sandra y Amaia también tienen sus historias de amor y de sexo, pero está claro quiénes son los protagonistas.

Sandra es un poco pazguata y Amaia demasiado bruta como he dicho antes, pero me quedo con Amaia, sin pensarlo, aunque es burra en sus expresiones y un torbellino de emociones, es divertida y sobre todo sincera. Una buena amiga.

Es una historia de amor con muchísima pasión y la mitad del libro se llevan en la cama, así que si queréis escenitas de sexo bien contadas, excitantes y que os hagan subir la lívido, es el libro perfecto. Puede que después necesitéis una duchita fría, quedáis advertidos. Aquí no hace falta usar imaginación porque las descripciones son detalladas, y lo que hay que hacer es ¡¡¡ponerlo en práctica!!!

Destacar la importancia que la autora da a la música en esta historia. Una banda sonora especial, llena de pasión como ellos, con letras que calan hondo, con ritmo y también con ansia, tal y como ellos se aman.

Voy a por la segunda parte, no puedo quedarme con esta intriga de qué pasará entre Pablo y Martina, ¿terminarán juntos?, ¿se destruirán con ese amor que no saben controlar ni dosificar? …. ¿Y Amaia y Sandra? ¿Encontrarán también su estabilidad?

Os lo contaré, estad atentos ….



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