"Cara de pan" de Sara Mesa


RESUMEN DE LA EDITORIAL: «La primera vez la coge tan desprevenida que se sobresalta al verlo.» El encuentro se produce en un parque. Ella es Casi, una adolescente de «casi» catorce años; él, el Viejo, tiene muchos más. El primer contacto es casual, pero volverán a verse en más ocasiones. Ella huye de las imposiciones de la escuela y tiene dificultades para relacionarse. A él le gusta contemplar los pájaros y escuchar a Nina Simone, no trabaja y arrastra un pasado problemático. Estos dos personajes escurridizos y heridos establecerán una relación impropia, intolerable, sospechosa, que provocará incomprensión y rechazo y en la que no necesariamente coincide lo que sucede, lo que se cuenta que sucede y lo que se interpreta que sucede. Una historia elusiva, obsesiva, inquietante y hasta incómoda, pero al mismo tiempo extrañamente magnética, en la que palpitan el tabú, el miedo al salto al vacío de la vida adulta y la dificultad de ajustarse a las convenciones sociales... La ambiciosa carrera literaria de Sara Mesa da un nuevo paso adelante con esta novela sobre dos seres desarraigados cuyos destinos se entrecruzan en un parque, una defensa de la inadaptación y la diferencia.

Como he leído en algún comentario sobre esta novela que han sido muchos, la autora nos saca con esta historia de nuestra zona de confort, nos pellizca el alma, nos hace pensar. Totalmente de acuerdo.

Una novela desgarradora.

¿Qué es lo políticamente correcto? ¿Qué es lo “normal” para todos? ¿Por qué rechazamos lo que es diferente siempre?

Los protagonistas quizás no sean Casi y el Viejo, sino el mundo que los rodea, las miradas de los demás, de “los biempensantes” como he leído por ahí, cómo huyen de esas miradas porque saben el peligro que conllevan.



Nos movemos en un mundo en que lo que realmente domina y tiene el poder es lo políticamente correcto y se rechaza automáticamente lo incorrecto, que no es otra cosa que lo que no es habitual. Los niños con los niños, las niñas con las niñas, los viejos con los viejos y los jóvenes con los jóvenes.
No te salgas de ahí o te llevan al psicólogo.
¿Un viejo hablando con unos niños en el patio del colegio? Algo malo va buscando, no puede ser de otra forma …. ¡vamos a pararnos a pensar un poco, por Dios!

Cuando alguien no es “normal”, cuando alguien tiene una afición “distinta”, poco usual, es un retrasado. No se acoge a los cánones establecidos como correctos, por tanto, retrasado, al manicomio.

Desgarra la soledad de los protagonistas, a mí me ha cimbreado, pero también me han entrado ganas de cimbrear a más de uno: docentes, padres, psicólogos.
“¡Como pollos rellenos!, dice el Viejo. Los abren y los vacían y después rellenan el hueco con lo que ellos piensan que es mejor, y listo, ¡al horno! ¡Cocinados al gusto de la psicóloga!”

He sentido rabia, impotencia, ganas de chillarle al mundo, ganas de que los dejen en paz, y también muchas ganas de no mirar hacia otro lado, de que nadie lo haga, de prestar más atención a lo que pasa a nuestro alrededor sin pasar de largo.

De pocos elementos cuenta el argumento: dos protagonistas, sus encuentros en un sitio “cerrado”, sus conversaciones ambiguas, sus vacíos interiores, sin embargo la autora hace un relato del que no puedes levantar la vista, no puedes dejar de leer, quieres saber más, aunque la rabia que sentía con cada párrafo fuera en aumento.
La novela y su argumento fluye sin darte cuenta, se lee en un ratito.

Y encima, la autora nos dice que ha tenido presente mientras escribía sus paseos por el parque Amate de Sevilla. Yo vivo en frente.

Genial, Sara Mesa
10/10




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