"Niebla en Tánger" de Cristina López Barrio
RESUMEN
DE LA EDITORIAL: El 24 de diciembre de 1951 Paul Dingle desapareció en el
puerto de Tánger sin que se llegara a saber qué fue de él. Sesenta y cuatro
años después, Flora Gascón sospecha que es el mismo hombre con el que ha tenido
una aventura en Madrid y del que se ha enamorado. El nexo entre ellos: Niebla
en Tánger, la novela que Paul tenía sobre su mesilla de noche. Flora
viajará hasta esta ciudad mágica y llena de secretos en busca de la autora de
la novela, la única que puede decirle quién es en verdad su amante y cómo encontrarlo.
Pronto se da cuenta de que es ella misma quien debe escribir el final de la
historia, pues en esa aventura también está en juego su identidad; es un viaje
al fondo de sí misma. Niebla en Tánger es una bella historia de amor y misterio
en una ciudad cosmopolita y mágica, con un pasado fascinante que
envolverá al lector.
Mi día de domingo contracturada y cansada, lo he pasado con Flora,
Armand, Marina y Paul Dingle.
Me costó desconectar de Vera, Nina y Meredith, “Jardín de invierno”
me había traspasado la piel y llegado al corazón; me costó bastante, pero intuía
que un libro como este me evadiría facilito de tanta guerra y tanta tristeza.
Entretenido, se lee fácil, algo insípido, pero desde luego mucho
mejor que el primer premio, sin lugar a dudas, aunque creo que los Planeta
están un poco desvirtuados …. Este, aunque mejor, tampoco es para un primer
premio
Los detalles sobre Tánger te hacen querer viajar hasta allí, la
descripción de la ciudad es bastante buena, te envuelve y te mete en la
historia. Es una ciudad que después de leer este libro y como me suele pasar
muchas veces, me gustaría conocer y perderme por todos esos lugares que tan
bien describe la autora. Quizás sola, como Flora.
Dos novelas a la vez, una dentro de la otra, ¿qué es ficción? ¿qué
es realidad?
La protagonista sale con sus amigas una noche, liga y tiene una noche
de sexo estupenda (¿de amor también?) que la deja obnubilada, un escape
necesario dentro de la tediosa rutina de su matrimonio. Después lo típico en estos
casos: whatsapps de “cuánto me gustas”, “me gustaría volverte a ver”, “cuánto
disfruté anoche”, aunque en este caso más melosos y romanticones …. Lo que
desemboca en una segunda cita, pero él no se presenta. Ella se vuelve un poco
paranoica con ese plantón y siguiendo pistas un poco absurdas (que después
resultan que no lo son), se embarca en una aventura para encontrar a su amante
de una noche, nada menos que en Tánger. El amor lo puede todo, aunque en este
caso no se trata de amor, sino de ganas de salir del aburrimiento en el que su
vida se ha convertido.
De nuevo el marido comprensivo, cariñoso, simplón, aunque en este
caso pasa los límites y es un auténtico “huevón”. Este no es para nada un
marido ideal, aburrido al 100%.
Allá que se va Flora a vivir una aventura que la mantiene viva, que
la hace renacer. Su afición por la lectura y sus ganas de ser escritora, la
hacen meterse dentro de una novela, que tal y como he dicho más arriba, no se
sabe dónde comienza la ficción y termina la realidad. “La novela la traspasa y
ella cruza el umbral”.
Empezaba bien el libro describiendo la mesita de noche de la
protagonista: móvil y muchos libros, “el altar de su intimidad” ….. Descripción
perfecta de cómo es y siento la mía.
“No le gusta salir de casa sin el libro que está leyendo, se siente
huérfana, pero el bolso que ha elegido para su conjunto sexi de falda y jersey
ancho es demasiado pequeño” …… ¡¡¡Esa soy yo!!!! No puedo salir sin mi libro,
pero si un bolso grande no me pega con mi conjunto, cojo una bolsa mona y lo
meto en él, como si lo acabara de comprar, pero el libro viene conmigo, siempre
hay 5 ó 10 minutos en los que puedes leer … o con suerte, algunos más.
Mención de pasada a “Lo que el viento se llevó” donde Rhett Butler
le recrimina a Escarlata que no llora de verdad “porque nunca ha visto un pañuelo
en sus manos”, (es que me gusta mucho Rhett Butler, no podía dejar de
nombrarlo) o a “La Odisea” donde Penélope tejía y destejía su ajuar para evitar
casarse, ambas alusiones muy apropiadas con las dos historias que se narran.
Pero me quedo con las distintas menciones a “El Quijote”, a sus locuras, a su búsqueda
de Dulcinea, su mezcla entre realidad y ficción …. Muy acertadas.
El papel de la psicóloga super divertido, me he reído mucho con sus
ocurrencias.
La protagonista demasiado alocada y pesada, con una madre más
pesada aún, sin lograr empatizar con ella más de lo de la mesita de noche y
salir con el libro. La disculparemos, quería escapar de su matrimonio y de su
rutina, y se agarró a lo que pudo. Como buena novela, todo acaba bien.
Libro prescindible, previsible, ligero, ameno, entretenido, pero
nada del otro mundo. Aceptable para pasar un día de domingo como el mío, para
no pensar mucho, donde no te pierdes, ni te emocionas, ni te intrigas, ni te
duele la historia … simplón, como el marido, aunque Tánger me ha encantado.
Premio planeta? muchas opciones de que sea normalito por no decir pésimo. No lo he leído pero con tu buen criterio literario me has convencido para dejarlo para mucho más adelante.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias por considerar mi criterio literario como bueno. Sí, déjalo para más adelante, es bastante prescindible. Si vas a viajar a Tánger, te lo lees ;)
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