CLUB DE LECTURA 10 DE DICIEMBRE (JAVI MORALES): "Almas grises" de Philippe Claudel

 


TODO ES GRIS. TODOS SOMOS GRISES. ELECCIÓN DE JAVI MORALES


RESUMEN DE LA EDITORIAL: Ganadora del prestigioso premio Renaudot y elegida Libro del Año por los libreros franceses y la revista Lire, esta novela posee una belleza sombría y seductora que emana tanto del clima misterioso que envuelve la historia como del profundo y descarnado retrato de los personajes que la componen.

Diciembre de 1917. En un pequeño pueblo del norte de Francia, el cuerpo sin vida de una hermosa niña aparece flotando en el canal. La crónica de los hechos, escrita veinte años después del suceso por el policía a cargo de la investigación, invita al lector a descubrir una realidad inesperada.

En su implacable relato, donde la emoción aparece contenida por el pudor del narrador, nadie es inocente, y los culpables, de una forma u otra, son también víctimas.

El gris es el tono dominante, pero no el gris de la muerte, ni el del duro clima invernal, ni siquiera el de la cobardía, sino el gris en que se desenvuelve la condición humana: la ausencia de certezas absolutas, las sombras, los claroscuros, en suma, el peso rotundo de la duda.

Una historia bien escrita, pero qué triste, qué gris. Demasiado apagada para mi gusto.

Gran crítica a la condición humana, donde, sin certeza alguna, se culpa a quien parece culpable, no al que lo es. Te cuelgan el sambenito y ya todo lo has hecho tú; no vamos a complicarnos si estos parecen culpables; algo así podría ser el resumen del libro. 

Importante el trasfondo moral que el autor nos hace ver, llegando a sentirme culpable yo misma por pertenecer a estos humanos a los que critica; no porque me sienta parecida, sino porque pertenezco a su misma especie.

Es una novela gris, oscura, desgarradora, con un profundo y descarnado retrato de los personajes que la componen. Se palpa el sufrimiento. Triste, dura, hiriente, amarga, nostalgia infinita, fría como el gris

“Cuando se vive entre flores no se piensa en las espinas”. 

Nadie es inocente, y es la guerra la que destroza, envilece, aplasta y mata, ahondando así en los más bajos instintos del ser humano.

La hipocresía y el silencio como grandes protagonistas. Un argumento muy duro a la misma vez que inquietante, donde imperan los sentimientos oscuros dentro de un trasfondo psicológico y moral que debo reconocer que el autor hace muy bien, pero tanta tristeza para mí no es algo que me guste leer. 

Me deja tocada, porque aparece lo más ruin y miserable del ser humano, que sí, que todos sabemos que sí existen, pero nunca en la novela hay momentos de alegría y felicidad, y estos momentos también existen.

Artículo 3 de la Declaración de los Derechos Humanos: Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana y que será completada, en caso necesario, por cualesquiera otros medios de protección social.
Artículo 11 de la Declaración de los Derechos Humanos: Nadie será condenado por actos u omisiones que en el momento de cometerse no fueron delictivos según el Derecho nacional o internacional. Tampoco se impondrá pena más grave que la aplicable en el momento de la comisión del delito.

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