Club de lectura 10 de diciembre: "Volver a casa" de Yaa Gyasi
RESUMEN DE LA EDITORIAL: Hijas de una misma madre y de padres
pertenecientes a dos etnias distintas, Effia y Esi son dos hermanas de sangre
que nunca llegarán a conocerse. Sus caminos están irremediablemente destinados
a separarse: así, mientras Effia es obligada a casarse con un gobernador inglés
y a residir en una fortaleza junto a la costa, Esi es capturada y enviada como
esclava al sur de Estados Unidos.
La narración va trazando, pues, el
devenir de las dos ramas de la familia, protagonistas de conmovedoras historias
de aflicción, esperanza y superación en el marco de una serie de relevantes
acontecimientos históricos: las guerras tribales, el negocio del cacao, la
llegada de los misioneros, la Ley de Esclavos Fugitivos de 1850, la Gran
Migración Negra, la lucha por los derechos civiles y el renacimiento de Harlem
en los años veinte, hasta llegar a la epidemia de heroína de los setenta.
Recibida con entusiasmo desbordante
en Norteamérica, Inglaterra y Francia, la crítica especializada de ambos lados
del Atlántico celebró la llegada de una voz nueva, límpida y potente, dotada de
un especial talento para acercar al lector el microcosmos de los sentimientos
más íntimos del individuo en su desigual lucha ante la aplastante fuerza de la
Historia. Una lectura apasionante, diríamos irrenunciable, que sirve de carta
de presentación de una nueva generación de autores de origen africano que, sin
duda, dejada huella en la literatura de este siglo.
Nueva reunión
con este Club de lectura, nueva tertulia super gratificante.
“La familia es
como un bosque: desde fuera parece impenetrable, pero desde dentro ves que cada
árbol tiene su posición”. Así empieza el
libro, y al final del mismo te das cuenta que esta frase es la base de todo.
A todos, excepto
a uno, nos gustó. A mí me ha gustado mucho. Leí la sinopsis y no me cautivó.
Esclavitud, miseria, racismo, no son temas que ahora mismo le vengan bien a mi
espíritu, pero es historia en definitiva, historia basada en realidades que
sucedieron hace ya siglos, por lo tanto había que darle una oportunidad y ser
valiente.
Condensar tanta
historia y tantos personajes sin que se te haga pesado el libro, creo que es decir que el libro es todo un
éxito. Muchos estuvimos de acuerdo en ello.
Ayudan las
frases cortas, las pinceladas a momentos históricos como el ferrocarril, el
cacao, o la Guerra de secesión. Sin adentrarse mucho en estos acontecimientos,
la autora te sitúa en la época en la que estás de una manera sutil y sencilla,
por eso no se hace para nada pesado y su lectura es ágil.
Capítulo a
capítulo, personaje a personaje de las dos ramas, la autora va creando la
historia para mí llena de sentimientos y de magia, pero de mucha tristeza. No
hay ni una historia feliz. Eso sí, tener a mano el árbol genealógico para no
perderos, no es necesario aprenderse los nombres, pero sí quiénes fueron sus
sucesores.
La esclavitud y
también la discriminación por razas, creo que nunca se cerrará del todo, pero
lo que cuenta este libro pone la piel de gallina, más que muchas batallas, más que
muchas guerras, y sólo por el color de tu piel. Hay mucha amargura en sus
personajes, muchas humillaciones y vejaciones, (“Sentir que sus diferencias
eran desigualdades”), una historia llena de injusticias, también llena de amor
y sobre todo ese buscar constante de libertad y felicidad. Un miembro del club
apuntaba que el libro está lleno de mucho amor y también de mucho perdón.
La manera de
contarlo me ha enganchado, quería seguir sabiendo de los personajes con un hilo
de esperanza al que me agarraba, con optimismo ante tanta desdicha, terminaba
la historia trágica de cualquier personaje y empezaba el siguiente con
esperanza de que todo fuera a mejor, llegando a un final para mí algo
previsible pero no por ello menos bueno.
A la mayoría les pareció un final “moña”, sin embargo a otros, como a
mí, ha sido un final lleno de esa esperanza que he querido encontrar en cada
capítulo.
Cierras el libro
y te quedas con un buen sabor de boca, una lectura de esas que traspasan la piel,
impregnándote de historia, como a él le gusta.
Alguien apuntaba
cómo la historia había avanzado muy poco en África y mucho en América, la
evolución no ha sido la misma para el que llamamos tercer mundo.
En cuanto al
título, el debate fue muy enriquecedor, ¿qué era volver a casa? ¿Volver a tu
tierra? ¿Volver a tus principios y reencontrarte con tu cultura? ¿O darte
cuenta que dentro de ti hay mucho de tus antepasados y que lo que eres, para
bien y para mal, es por ellos?
Yo me quedo con
la frase de mi amiga Eu copiada del libro, para explicar este “volver a casa”:
“Marjorie asintió y su abuela la cogió de la mano. Ambas entraron caminando en
el agua, cada vez más adentro. Era su rito veraniego: su abuela le recordaba
cómo volver a casa”
Como conclusión
de la tertulia, yo me quedo con esta crítica del libro que encontré en internet:
“Hay libros que emocionan y educan, y luego están los que son menos habituales,
los valiosos, los que tienen fuerza de cambiar nuestra forma de entender la
complejidad de este mundo extraño. Volver a casa, pertenece a esta segunda
categoría.”
De una manera o
de otra, todos “entendimos” lo complejo y lo triste que resultó (y resulta) la
esclavitud, el colonialismo, el racismo y los horrores que se comenten con los
seres humanos.
Artículo 4 de la
Declaración universal de los derechos humanos: “Nadie estará sometido a esclavitud ni a
servidumbre, la esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas en todas sus
formas.”
Un libro que no creo que lea por el momento. Mientras lea la palabra "esclavitud" lo aparco. Me parece que hay q estar muy fuerte emocionalmente para leer algo así .
ResponderEliminarAhora no es mi momento